Quiero cumplir cabalmente
con mi sino.
Con la fuerza de mi estirpe.
Con el impulso de mi sangre.
Con la razón de mi existencia.
Quiero firmar con mi nombre,
la página celeste de tu frente
e irrumpir con versos y cantos
en tu cuarto de penas.
Quiero iluminar tu vientre,
descongelar tu ánimo.
Quiero tan solo sin orgullo
ante tu mirada impasible,
ofrendarte mi ser
iridiscente,
impredecible.
Caer de rodillas ante tus pies,
desnudo ante ti,
con los brazos abiertos,
mi corazón abierto
y en mis labios,
tu nombre
… siempre tu nombre.
—- o. —-
Octavio Vallejo Buschmann